lunes, 1 de febrero de 2016

Los muertos están fuera del cementerio


Quienes vivimos en Huaraz, sabemos que su único cementerio, el “Presbitero Villon”, nombre en honor al sacerdote carhuacino, Pedro Villón, es uno de los lugares que hasta hace poco acogían reflexión y paz.[1] 
Se plantea la idea en tiempo pasado porque ahora, se viene quebrando ese concepto local, esa idea. Cada vez que uno lo visita, encuentra cuadrillas de “constructores” (o más bien destructores) con un trabajo inentendible: la edificación de pabellones y nichos en lugares inadecuados; los pasadizos que tenían un propósito, se han convertido en más pabellones; los circuitos de tránsito o paso peatonal, en una fila mausoleos que se ofertan por unos soles. Aquí, hasta los espacios reducidos ahora tienen tarifas abrumadoras. Se aprecia el pisoteo a la simetría arquitectónica, al sosiego espacial, al encuentro consigo mismo.
Ciertamente, hay lugares que uno prefiere mantener en mente, que en fotografías; en la referencia común, que en las ilustraciones. Los cementerios guardan este rigor. Seguramente Pedro Villón habría advertido este atropello desde alguna iglesia llamada “espacio de difusión de la información, ámbitos donde se enseñaban y explicaban los principios que debían observarse para vivir ‘en policía’ (...) la palabra de los sacerdotes no sólo estaba cargada de un contenido pedagógico, aquélla fue, sin duda, en algunos aspectos un instrumento ilustrador”[2], algo que ahora se reclama, se extraña.  
Esta gestión municipal ha perdido la noción y práctica del planeamiento urbanístico. No ha sido capaz de ejercer su rol planificador. Como plantea Paolo Sica, “se trata de poner remedio a la crisis de los viejos sistemas de control espacial recurriendo a dos direcciones distintas y complementarias: de un lado, modificando y potenciando la organización administrativa del territorio; de otro, elaborando teorías, metodologías y técnicas específicas de formalización y construcción del espacio físico”. Hay que recordarle a los responsables de esta gestión edil que el urbanismo tiene su propósito “....es una disciplina autónoma, como inventario de instrumentos empírico-científicos destinados a proporcionar una síntesis propositivo-operativa de la evolución y transformación de la ciudad”.[3]
La imagen de sosiego de este lugar está siendo destrozada. Los elegidos por el pueblo de ésta y otras gestiones en esta débil democracia, están lejos de percibir el problema. Su rigor solo atina a ponerle precio al poco espacio que queda en el camposanto. Ellos no han logrado despertar sus mentes con soluciones evidentes al inminente colapso. Son muertos andantes fuera del cementerio.

Cementerio de Huaraz: Enero del 2016
________________ 
[1] "Cultura y Arte Ancashino: Ancashinos en la cultura ..." 2008. 1 Feb. 2016 <http://culturayarteancashino.blogspot.com/2008/09/ancashinos-en-la-cultura-huarasina.html> [2] ”Suciedad y Orden”. Adriana María Alzate. Universidad de Rosario. [3] “Historia del urbanismo. El siglo XX ”. Paolo Sica. Madrid.

No hay comentarios:

Publicar un comentario